Comunicación con personas difíciles
Hostiles agresivas: Se necesitan capacidades de comunicación especiales para tratar con algunas personalidades, incluyendo los tipos hostiles
agresivos, quejumbrosos, negativos, insensibles y excesivamente agradables.Estas personas tienden a saber lo que
deben hacer los demas, necesitan demostrarse a ellas
mismas que tienen razón y carecen de confianza y afecto. Es necesario hacer frente a la persona hostil agresiva
para no sentirse invadido y frustrado. Es importante
hacerlo sin lucha para que el conflicto no aumente de
magnitud.
Aunque se gane una batalla, la ira de la persona
hostil agresiva posiblemente aumentará, y se perderá la
guerra. Cuando se permanece firme frente a un camorrista es posible convertirse en su amigo. Al enfrentarse
con personas hostiles agresivas es importante permanecer firme sin pelearse.
Explosivas
La personalidad explosiva pertenece al tipo de personalidad hostil agresiva. Las rabietas del adulto son la
versión aumentada de las rabietas infantiles, que constituyen un mecanismo de defensa para enfrentarse al
miedo, la desesperanza y la frustración. Las rabietas
de los adultos son respuestas súbitas, casi automáticas, a la amenaza a sus sentimientos. En los casos clásicos, el explosivo se siente airado primero, y después
se muestra acusador o suspicaz. Las personas actúan
de acuerdo con sus percepciones, pero es probable que
dos personas perciban la misma situación de forma
diferente. El otro individuo puede no darse cuenta de
que el explosivo se ha sentido amenazado, y se sentirá
sorprendido por el arrebato.
Beligerantes
El beligerante utiliza comentarios despreciativos que
son respuestas agresivas a un problema no resuelto.
Causa sufrimiento en vez de acciones positivas. Por
desgracia, el problema no resuelto empeora, y el estrés
consiguiente origina más comportamientos difíciles,
como insinuaciones, comentarios no demasiado sutiles
y burlas poco graciosas.
Demandantes
Los demandantes pueden dirigirse directamente a usted o se pueden quejar de otras personas «terribles».
Las quejas contribuyen a que las personas aparezcan
intachables e inocentes, al menos para ellas mismas. Se
debe escuchar con atención a los demandantes, parafrasear un reconocimiento de lo que se ha oído y confirmar
la percepción propia de cómo se siente el demandante.
No se debe mostrar acuerdo ni discutir las alegaciones,
y se debe evitar entrar en el círculo acusación-defensareacusación. Es preferible exponer y reconocer simplemente los hechos sin comentarios, y después proceder a
la solución del problema.
Pensadores negativos
Las personas con pensamiento negativo creen que fracasará cualquier tarea que no se encargue a ellas mismas, y que los demás no se preocupan y sólo tratan de
beneficiarse. Hay que tener cuidado para no ser arrastrado por su desesperanza.
Pasivas
La persona poco participativa no puede o no quiere hablar cuando es necesaria su aportación. Es difícil saber
lo que significa su silencio. La estrategia más importante es conseguir que la persona callada hable, para lo que
se hacen preguntas de respuesta abierta, se espera con
calma la respuesta y no se habla para ocupar el silencio.
Excesivamente complacientes
Las personas extremadamente agradables son igualmente difíciles debido a que parecen estar de acuerdo
pero pueden dejarle a uno en la estacada cuando llega
el momento de actuar. Tienen una gran necesidad de
ser queridas y aceptadas, y de ayudar a otros a sentirse
aprobados, para obtener su propia aprobación. Experimentan problemas cuando sus necesidades de aprobación entran en conflicto con los aspectos negativos de la
realidad. Se comprometen a acciones que después no
cumplen.
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